El directivo es una de las
personas fundamentales en toda organización. Si se cuenta con una buena
plantilla de directivos, el éxito y los buenos resultados están garantizados.
Ahora bien, es necesario tener bien claro qué es un directivo y no confundirlo -cosa
frecuente- con un buen gestor. El gestor es la persona que debe conseguir, con
la mayor rentabilidad y calidad posible, los objetivos que se hayan previsto,
teniendo siempre como referente las necesidades de la empresa establecidas por
la dirección. En ese perfil se situarían los directores de RR.HH., los
directores comerciales, los jefes de estudio, los jefes de taller y, en
general, lo que se entiende por “mandos medios”.
El directivo, o directivos, a los
que me referiré, son las personas a los que se les ha dado la autonomía
suficiente para crear valor en la empresa y situarla en el “top ten” de su
sector.
Por ello, la empresa antes de
pensar en EREs, en reducciones de plantilla, en despidos anticipados, etc.;
debe pensar si sus directivos son los que verdaderamente necesita en estos
tiempos de crisis. El Consejo de Administración, si es el caso, o el propio
empresario, deberá tomar decisiones nada cómodas pero necesarias. Por ejemplo:
¿Qué hacer con la persona que ha desempeñado bien su cometido hasta este
momento pero es incapaz de hacer frente a las nuevas necesidades del mercado,
reflejándose negativamente en la cuenta de resultados? En mi opinión, hay que
sustituirlo por una persona más eficaz. Lógicamente, el comportamiento de la
empresa debe ser de lo más exquisito con la persona a sustituir y tener en
cuenta su situación personal y el trabajo realizado. Doy por supuesto que se le
ha dado la oportunidad de cambiar pero, si a pesar de esto, todo sigue igual,
entonces… Permitidme señalar algunos pasos a seguir en la decisión tomada:
a) Conversación
sosegada para explicar la decisión
b) Ofrecerle,
si es posible, un nuevo puesto de trabajo que se adapte a su perfil
c) Una
buena liquidación (superior a lo establecido por ley), si no es posible lo
anterior
d) Orientarle
en qué se tendría que formar para actualizar su currículo y tener otras
opciones profesionales
e) Ver
si hay posibilidades de recomendarle para trabajar en otra empresa
Dicho lo anterior, paso a definir
los rasgos del perfil de un directivo en tiempos de crisis:
1.
Formación superior con dominio del Inglés
2.
Tener experiencia en al menos dos empresas
3.
Gran conocedor de las tecnologías actuales de
información y comunicación
4.
Conocimiento profundo del sector
5. Conocer bien el perfil de sus principales
colaboradores y sus problemas personales para comprenderles y ayudarles
6.
Analizar las áreas donde se está produciendo
desfase negativo en ingresos vs
gastos
7. Fidelizar clientes, ajustando precios y
fomentando la comunicación, calidad y tiempo de entrega de los pedidos
8.
Establecer claramente zonas de autonomía para
los que forman su equipo, procurando el consenso en las decisiones importantes:
contratos con clientes, contratos con proveedores, contratos nuevo personal,
compra de maquinaria, nuevos procesos de producción, incorporación sistemas
informáticos de gestión, etc.
9. Acordar con otros departamentos que estén
involucrados en los proyectos, las competencias, responsabilidades y plazos
(gestión de proyectos)
10. Ahorrar
en las partidas que no estén aportando valor al producto: viajes y
alojamientos, stock, selección proveedores, racionalización de las tareas,
duplicidades en la gestión, burocracia, etc.
11. Definir
las tareas a realizar por cada empleado, estableciendo objetivos concretos y
medibles ¡totalmente medibles!, comprendiendo los errores y animando a
superarlos
12. Establecer
los planes de formación “ad hoc”, que tengan incidencia directa en las tareas
que se están realizando. Comprobar la efectividad de estos planes
13. Carácter
equilibrado, con optimismo real y natural
14. Atender
y solucionar (sin demoras) los problemas internos de la empresa: relaciones
entre empleados y directivos, absentismo, condiciones de los puestos de trabajo
(materiales y personales), estando siempre disponible a escuchar a las personas
y reconocer el trabajo bien hecho
15.Autocontrol
en situaciones complicadas: negociaciones, impagos, expedientes disciplinarios,
despidos…
16. Actualización
profesional constante: congresos, reuniones con profesionales de otras
empresas, conocimiento de las nuevas técnicas de dirección
17. Fidelidad
a la empresa y espíritu emprendedor que le lleve a proponer mejoras y creación
de nuevas áreas de actividad rentable
18. Ser
consciente que si sus empleados están contentos e ilusionados con la empresa,
se está colaborando a conseguir que las personas sean más felices y, por tanto,
una empresa modelo con la que se querrá colaborar: clientes, profesionales,
organismos públicos y privados, proveedores... Tened siempre muy en cuenta este
principio
Y, principalmente y sobre todo,
una persona MUY HUMANA, con valores y actuaciones que sean referentes de buen
ejemplo para las personas que le rodean: responsable, consecuente en sus
actuaciones profesionales con las personales (no doble vida), preocupado por
los demás, honesto, alegre, optimista, servicial…
Por supuesto que, por elevación,
los rasgos indicados serían aplicables a los tiempos de más bonanza pero he
considerado que en los actuales hay que agudizar más el ingenio y las
exigencias.
Permíteme que te diga que me doy
por satisfecho del tiempo empleado en esta nota si te ha servido alguno de los
rasgos indicados para mejorar tu labor directiva. Y si no te han aportado nada,
también me doy por satisfecho al saber que existen directivos muy humanos y
consecuentes con su tarea para aportar valor a las personas y a la sociedad.
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